domingo, 6 de marzo de 2011

Onírico I: Cantata de la madrugada.

Una odalisca que baila, rock para melancólicos.
                    Digamos que era la idea. Casi.
Por primera vez el humo espeso fue amargo al paladar aunque dulce al olfato.
Pum, pum, pum; pum, pum.
¡Santos tritones bábaros Batman!
Me está matando, ese puto rock para melancólicos.
Ese maldito pulso...
Y esa calentura que está tibia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario