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domingo, 24 de abril de 2011

Resaca IV

Demasiado resaca......

                                  ........demasiada felicidad.

ESTO MISMO QUE SOY
ESTO MISMO QUE SOMOS

jueves, 24 de marzo de 2011

Onírico IV: ¿Qué soy?

Vivo en una balsa, en una balsa-isla, hecha de sonidos y colores. Navego por este mar-universo, hecho de sueños. No soy, al fin y al cabo, más que un conjunto molecular de sensaciones. Alabado sea el Dios de los Sistemas Nerviosos. 
Eso soy. 
El cóndor que sobrevuela los andes. ¿Qué pasará por su cabeza altiva?.

Hijos del cóndor y la pantera
Eso somos todos.
Hijo del cóndor y la pantera, el dragón.
Eso soy yo.  



Él-que-se-hace-llamar-Sebastián.
Quién se anime a descender al centro de un pozo de agua, podrá entender un alma.

viernes, 18 de marzo de 2011

Onírico III, Epifanía II, Resaca II.

Estoy tan acostumbrado a decir lo que no pienso, que a veces actúo que digo lo que quiero.

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Cuidado eh, mirá que se te rompe el cascarón y te pasa la vida por encima... cuidate...


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Mi día tuvo también su progresión: bronca-cinismo-acidez. Y que mejor manera de terminar tal yeta de día, que caminando por Corrientes, barrio de once, a la noche (no hay imagen más patética de buenos aires) siendo perseguido por unos chorros después de no haber podido ver a las bandas que uno quería. 

lunes, 7 de marzo de 2011

Onírico II

No me enteré que expulsaron a Diego,
ni la emotiva visita Papal.
No me enteré que existió el alto el fuego,
jamás ví una guerra que tenga final.


círculos círculos
El rey de la comedia comienza con su show, el hombre torbellinos lo persigue con un palo de amasar mientras lo agobian jaquecas poderosas e ilusiones de pavo real.

domingo, 6 de marzo de 2011

Onírico I: Cantata de la madrugada.

Una odalisca que baila, rock para melancólicos.
                    Digamos que era la idea. Casi.
Por primera vez el humo espeso fue amargo al paladar aunque dulce al olfato.
Pum, pum, pum; pum, pum.
¡Santos tritones bábaros Batman!
Me está matando, ese puto rock para melancólicos.
Ese maldito pulso...
Y esa calentura que está tibia...